13 de noviembre – 27 de diciembre, 2014
Inauguración: jueves 13 de noviembre, 19.30 hrs
“Las piedras, como nosotros, se ubican en la intersección de innumerables líneas que se entrecruzan unas con otras y que retroceden hasta el infinito, al centro de un campo de fuerzas demasiado impredecible para ser medido;
y torpemente llamamos a los resultados azar, peligro, o destino.”
M. Yourcenar
En su nueva sede de Alonso de Monroy, Galería XS presenta la exposición La Montaña Movediza de Magdalena Atria. La artista presentará una revisión de los tres medios más tradicionales de las artes visuales: la escultura, el dibujo y la pintura, desde una propuesta que pone a su vez en cuestión la dicotomía convencional entre lo figurativo y lo abstracto.
La exposición reúne obras recientes realizadas en diferentes medios y materialidades, que en conjunto proponen una mirada singular sobre la forma en que nos aproximamos a la inescrutabilidad de la naturaleza, determinada por múltiples preconcepciones y definiciones variables de “lo natural” que sirven de fundamento para nuestras concepciones de la cultura, de la historia y del arte.
La pieza central de la muestra es un conjunto variado y multiforme de objetos de cerámica, a veces esmaltada, a veces intervenida con otros materiales; formas densas, compactas y pesadas que pretenden la tarea imposible de acercarse a la condición de las piedras, meras cosas que no han sido fabricadas por la mano humana sino por procesos naturales que se desarrollan en el interior del Planeta Tierra, donde sustancias minerales son sometidas a altísimas temperaturas para fundirse y posteriormente solidificarse, constituyendo lo que genéricamente llamamos piedra. Los procesos cerámicos reproducen, en una escala muchísimo menor y más controlada, aquellos procesos naturales para dar origen a objetos misteriosos, que reposan en sí mismos, confundiendo las categorías de lo natural y lo fabricado, que se emplazan como testigos mudos pero elocuentes de las fuerzas y acciones que los originaron.
Los acompaña una serie de dibujos realizados con hebras de lana sobre el muro que construyen, desde un gesto mínimo, una suerte de alfabeto compuesto por signos indescifrables, más relacionados con la manifestación de una fuerza leve e inexorable que con la arbitrariedad de los códigos lingüísticos.
Cierra el conjunto una pintura de mediano formato realizada con plasticina, material vulnerable por excelencia, que es el resultado de un proceso manual que reproduce también en pequeña escala los procesos tectónicos que, a proporciones inimaginables, han dado origen a muchas de las formaciones geológicas del planeta.